
Hace unos años hablábamos del último rediseño de Twitter. La marca se expresaría a partir de entonces sólo con su símbolo, el pajarito azul, sin letras. La marca se unía a ese selecto club de empresas tan reconocibles que se permiten el lujo de eliminar su nombre de su logo, como Starbucks, Apple, Nike…


2016
Pero para disponer de una marca potente es necesario cuidar el contexto en el que se desenvolverá. Por eso Twitter ha trabajado durante el último año con la agencia Design Studio en el desarrollo de “un sistema de diseño visual que los ayudara a contar una historia más rica”, según leemos en su web.


Según apreciamos en los pocos videos que han publicado sobre el tema, vemos que Twitter ha introducido un elemento de marca nuevo, un rectángulo con el pajarito en la esquina superior izquierda, que interactúa con las imágenes, las envuelve y las acompaña.


Según Leslie Berland, CMO de la compañía, la nueva imagen “refleja a las personas de todo el mundo que hacen de Twitter lo que es, destacando la diversidad y la expresividad en todo su color y vitalidad. Todo lo que sucede en Twitter trata sobre ellos y esperamos seguir contando nuestra historia y la suya”.
Conclusiones
Este ejercicio me remite a otros casos recientes como American Express, Ogilvy o Cabify –en este último participé personalmente–. En estos casos el rediseño del logo es sutil, casi imperceptible. No es, ni mucho menos el motivo por el que el proceso de cambio se haya puesto en marcha, sino más bien un efecto colateral.
Son ejercicios interesantes porque nos permite pensar en las marcas como universos que van más allá que sus símbolos más visibles. Twitter ha trabajado durante un año en definir sus guías, sus colores, sus elementos de expresión, sus normativas de composición y muchísimos otros aspectos que no conocemos pero que seguro que ahora funcionan de forma más coordinada, algo especialmente importante para marcas tan globales y omnipresentes.
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