La percepción que los clientes tienen de nuestro negocio es más importante de lo que creemos. Sólo por cómo sea esa percepción van a preferirnos frente a nuestros competidores y van a estar dispuestos a pagar más o menos dinero por nuestros productos o servicios.
Cambiar la imagen corporativa de una empresa puede resultar muy costoso (no sólo hay que cambiar un logotipo y un rotulo: también la web, el envasado de los productos, la cartelerÃa, la publicidad, etc.). Por eso os vamos a dar algunos consejos para hacerlo poco a poco.
Unos de los principales elementos que nos van a ayudar a dar el primer paso hacia el cambio de corporativa es el logotipo.
Los logotipos para empresas deben inspirar, en primer lugar, a quienes componen esas empresas para que los clientes consigan tener la percepción que se quiere transmitir.
En segundo lugar, deben ser coherentes con el producto o servicio que ofrece la empresa.
Es habitual que una PYME surja como una empresa familiar, pero no debemos caer en la tentación emocional de realizar nosotros el logotipo, o pedirle el favor a nuestro sobrino al que se le dan bien los ordenadores y le gusta cacharrear con el Photoshop.
Una empresa debe tomarse en serio desde el principio, y la imagen corporativa debe realizarse por profesionales con experiencia que saben cómo debe acometerse el trabajo.
Lo ideal es que, antes de ponerse a diseñar, haya un trabajo de conceptualización y posicionamiento que ayude a identificar los territorios visuales por donde puede desarrollarse la imagen visual corporativa.La realización de un logotipo conlleva un trabajo intelectual importante. Se debe conocer bien la empresa, su objetivo, su producto, sus valores diferenciales, sus competidores, etc. El logotipo debe responder coherentemente a todos esos factores.
Lo ideal es que, antes de ponerse a diseñar, haya un trabajo de conceptualización y posicionamiento que ayude a identificar los territorios visuales por donde puede desarrollarse la imagen visual corporativa.
En diseño, como en todo, hay modas o tendencias que pueden ser muy dañinas para la imagen de una empresa. La imagen corporativa debe realizarse con visión de futuro. Debemos encontrar una identidad que perdure en el tiempo y que dote de personalidad y diferenciación a nuestra marca. Si nos dejamos llevar por las modas, es muy probable que en poco tiempo nos sintamos aburridos y frustrados con el diseño de nuestra corporativa.
La aplicación de los logotipos para empresas debe hacerse con cabeza. Una mala aplicación puede hacer que se gaste dinero de más y se pierda efectividad.
Es importante analizar las necesidades y canales de difusión que tiene la empresa y trazar un plan de aplicación, con su presupuesto incluido, que nos permita llevar a cabo nuestros objetivos comunicativos.
Por ejemplo: una empresa de servicios online necesitará una buena aplicación de su imagen en la web. Quizá no sean tan importantes los uniformes de sus empleados. Parece obvio, pero en el momento de aplicar la imagen, es fácil que la emoción nos lleve a pagar por aplicaciones que no nos son necesarias o indispensables.
No permitas que la imagen de tu empresa se aplique a medias tintas o no cumpla tus requerimientos: se intransigente. Del mismo modo que no nos gusta que escriban mal nuestro nombre y obligamos a cambiarlo a como se debe escribir, debemos estar atentos y obligar a que la aplicación de nuestra imagen sea como nosotros queremos.
Para esto es indispensable contar con un manual de imagen visual corporativa que explique cómo se debe aplicar nuestra imagen. Con este manual, podemos acudir a cualquier profesional con la seguridad de que la imagen se va a aplicar correctamente.
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