Chupa Chups está de celebraciones. El caramelo con palo más famoso e internacional cumple 50 años. Nada más y nada menos que medio siglo. La vida de este artículo, y la de su marca, comenzó con la voluntad de ofrecer a niños y mayores un dulce universal, práctico y de calidad, y con una brillante idea: una bola de caramelo unida a un palo. A esa novedosa golosina se le vistió de colores brillantes y se le dio personalidad propia. Todo ello ocurrió allá por el año 1958. Por aquel entonces Enric Bernat, nieto de un conocido confitero catalán y propietario de su propio negocio, decidió inventar un nuevo producto en su fábrica de Barcelona. Bernat apostó por añadirle al típico aperitivo de azúcar un soporte para que los clientes pudiesen sujetarlo mientras lo chupaban. Algo así como "comerse un caramelo con un tenedor", para que los más pequeños fuesen capaces de degustarlo fácilmente y de esta forma conseguir conquistarlos tanto a ellos como a sus padres. En un primer momento el directivo 'bautizó' el 'invento' con el nombre de "Gol", ya que comparó el confite con un balón de fútbol y la boca del cliente con una portería. Pero esta enseña no llegaría a calar nunca entre los consumidores, por lo que en 1960 Enric Bernat contrató los servicios de una agencia publicitaria para que encontrase una denominación más creativa. El resultado: "Chups".
Historia publicitaria
Otro hito publicitario en la historia de esta enseña fue la inclusión de esta en el terreno audiovisual. En 1968 se produjo el primer spot, que se emitió en cines. La pieza ganó un León en el Festival de Cannes en 1969 y también fue distinguida en los Clio Awards. Desde esa fecha hasta ahora, "Chupa Chups se ha caracterizado por su enfoque personal, diferente y con un punto de irreverencia. Ha obtenido varios galardones por sus campañas en prensa y ha conseguido establecer una imagen de marca global para todos los públicos", según asegura el director internacional de la marca Chupa Chups, Ruud Karsdorp.
Pero uno de los datos más curiosos de esta historia, y que muchos desconocen, es que el principal rediseño del logotipo de Chupa Chups fue llevado a cabo por el mismísimo Salvador Dalí.
Fue en el año de 1969 que la empresa de Bernat en un intento de expandir la marca al mercado internacional, buscó la ayuda del artista catalán. Por una tarifa millonaria, le pidieron que les hiciera un buen logotipo para así alcanzar sus objetivos comerciales.
Según cuenta el sitio web de Chupa Chups, Dalí solo tardó una hora en realizar este diseño. Si bien puede parecer que el aporte de Dalí fue mínimo, en realidad fue bastante sustancial. La primera novedad que introdujo fue el uso de un solo color rojo sobre fondo amarillo, un movimiento bastante inteligente. En segundo lugar, introdujo uno de los elementos más fuertes de la identidad de Chupa Chups: la forma de flor que envuelve al logotipo. El último aporte, y quizás el más importante, fue colocar el logotipo en la parte superior del envoltorio, favoreciendo su visibilidad y dotándo al producto de una personalidad propia.
En 1950, el empresario barcelonés Enric Bernat Fontlladosa había fundado la empresa Productos Bernat especializada en la elaboración de peladillas, y en 1957 se había hecho cargo del grupo Granja de Asturias S.A. que elaboraba una gran cantidad de productos derivados de la manzana. En 1958 fué cuando creó este mítico dulce conocido internacionalmente como Chupa Chups. El naming se creó a partir del verbo en castellano “chupar” y en este artículo descubrirás cómo fué creciendo la marca hasta convertirse en un auténtico icono gráfico del siglo XX. Pero qué mejor forma de introducirnos en el universo de este famoso caramelo, que con esta entrañable cuña de radio, donde se contaban con una melodía muy pegadiza todos los valores del producto.
En 1958 creó lo que en un principio pensó en llamar Gol, ya que el caramelo se interpretaba como un balón de futbol entrando en la boca de los niños que sería la portería. Finalmente se encargó un cambio de nombre a una agencia de Barcelona y acabó por llamarse Chups (descartando las otras dos opciones Pals y Rols). Aquel novedoso primer caramelo llamado Chups ofrecía la ventaja de poder ser agarrado con un palo y evitar así que los niños se manchasen las manos al comerlo. En palabras del porpio Enric Bernat, “chupa chups es como comer caramelos con un tenedor”. Chupa Chups nació en una fábrica de Asturias, ofreciendo siete sabores diferentes que se vendía a 1 peseta (algo elevado teniendo en cuenta que éste era el precio de un periódico de la época) de manera que se asociaba la marca a un producto de calidad y además aportaba comodidad a los comerciantes que no tenían que devolver cambio a sus clientes.
1963
En 1963 fué cuando el producto pasó a llamarse Chupa Chups, por influencia de la publicidad de ese momento que decía “Obtén algo dulce para chupar, chupar, chupar, como un Chups. Es tan redondo y dura mucho tiempo. Chupa, chupa, chupa un Chups“. Según cuenta Wim Van Brakel, ex director de Marketing de la compañía, los consumidores pedían directamente “Chupa Chups” en las tiendas, lo que hizo que se planteasen cambiar el nombre del producto de “Chups” a “Chupa Chups”.
En 1963 fué cuando el producto pasó a llamarse Chupa Chups, por influencia de la publicidad de ese momento que decía “Obtén algo dulce para chupar, chupar, chupar, como un Chups. Es tan redondo y dura mucho tiempo. Chupa, chupa, chupa un Chups“. Según cuenta Wim Van Brakel, ex director de Marketing de la compañía, los consumidores pedían directamente “Chupa Chups” en las tiendas, lo que hizo que se planteasen cambiar el nombre del producto de “Chups” a “Chupa Chups”.
1969
En 1967 se inauguró una nueva fábrica en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Ese mismo año, se decidió establecer la primera filial fuera de España, en Perpiñán (Francia). En 1969 el artista Salvador Dalí se encargó de diseñar un nuevo logo. Dalí colocó el logo sobre una forma geométrica que recordaba la imagen simplificada de una margarita amarilla. Dalí respetó la tipografía utilizada en el logo anterior y redujo la paleta de colores a rojo y amarillo. Por último, el logo pasó a colocarse en la parte superior del envoltorio en lugar de en el lateral, de forma que no se deforme o se altere la percepción de la marca. En este momento también se sustituyó el palo de madera, por uno de plástico, más higiénico y seguro.
En 1967 se inauguró una nueva fábrica en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Ese mismo año, se decidió establecer la primera filial fuera de España, en Perpiñán (Francia). En 1969 el artista Salvador Dalí se encargó de diseñar un nuevo logo. Dalí colocó el logo sobre una forma geométrica que recordaba la imagen simplificada de una margarita amarilla. Dalí respetó la tipografía utilizada en el logo anterior y redujo la paleta de colores a rojo y amarillo. Por último, el logo pasó a colocarse en la parte superior del envoltorio en lugar de en el lateral, de forma que no se deforme o se altere la percepción de la marca. En este momento también se sustituyó el palo de madera, por uno de plástico, más higiénico y seguro.
En en año 1974 expira la licencia de patente industrial y comienzan a aparecer numerosos fabricantes de caramelos con palo, a un precio más bajo y a los que se da genéricamente el nombra de Chupa Chups. Se produce un parón interior en las ventas a la vez que un espectacular ascenso en las exportaciones. En 1977 Chupa Chups entró en el mercado japonés.
1988
El logotipo había tenido desde sus orígenes dos fuentes de letra distintas, una para Chupa y otra para Chups, hasta que en la década de los 80 se hizo una redefinición de la marca y se unificó la tipografía de las dos palabras, convervando el estilo inicial influenciado por la norteamericana Coca-Cola: letras gruesas, formadas por líneas muy dinámicas tratando de transmitir diversión, positivismo, juventud… En este sentido es clara la influencia de la ya instaurada sociedad de consumo que asociaba la felicidad y el éxito en la vida al simple acto de comprar, de poseer. En 1988, la empresa alcanza los 20.000 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
El logotipo había tenido desde sus orígenes dos fuentes de letra distintas, una para Chupa y otra para Chups, hasta que en la década de los 80 se hizo una redefinición de la marca y se unificó la tipografía de las dos palabras, convervando el estilo inicial influenciado por la norteamericana Coca-Cola: letras gruesas, formadas por líneas muy dinámicas tratando de transmitir diversión, positivismo, juventud… En este sentido es clara la influencia de la ya instaurada sociedad de consumo que asociaba la felicidad y el éxito en la vida al simple acto de comprar, de poseer. En 1988, la empresa alcanza los 20.000 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
www.chupachups.com
Fuente:
www.elpublicista.es
www.brandemia.org
www.actuall.com
www.queviene.es
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Imagenes:
www.creativitat.cat
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